assolir
¡Tercer fic de la página! Tenía este capo escrito desde hace tiempo, pero no me había dado tiempo de editarlo, pero de que lo hacía este año, lo hacía, así que aquí está. Espero que les guste, la idea partió un día en que divagaba mientras intentaba dormirme y soñé algunas partes de esto, casi todo este capo, mi subconsciente estaba yunjaemente activo ese día... Así que: ¡Que lo disfruten! y Feliz Año Nuevo a todo el mundo.

Nombre: welcome
Parejas: YunJae / YooSu / MinX (¡Las que se me vayan ocurriendo!)
Categorías: +18 (más adelante, supongo...)
Finalizado: No


Debe ser bastante común escuchar golpes en la puerta de tu casa a las tantas de la madrugada…

Ok, no.

No es normal.-

Lo que nuestro querido protagonista ni siquiera sospechaba era la avalancha de sucesos que le caería encima y que comenzaba con esos golpes.



~3:57 a.m. Departamento de Jung YunHo~


Unos ruidos desesperantes, y desesperados, se hacían escuchar desde la entrada de aquel departamento ubicado en el quinto piso. Su único habitante, un arquitecto de 26 años, dormía plácidamente en su cuarto desde hace unas cuantas horas cuando algún ser bastante molesto, y que al parecer no conocía de normas sociales, venía a interrumpir su paz.

Se despertó, de muy mala gana como era de esperar, y se dirigió a abrir la puerta con toda la intención de gritarle a quien fuera que estaba tocando la puerta de su departamento, a esa hora y de esa forma que se podía ir a buena parte; pero todo quedo en intenciones cuando vio al culpable. Un chico alto, aunque no tanto como él, delgado y rubio lo miraba entre triste y decidido. Su ropa estaba empapada y sus mejillas sonrojadas por el frío. Pero eso no fue lo que más lo impacto, sino su belleza. Si pensabas en un chico guapo… Ese chico cumplía todos los requisitos.

Y bastante rápido. No había pasado ni dos segundos y él ya había entrado a la casa, aprovechando la estupefacción de su dueño. Yunho no estaba parado como idiota, no, no, no. Dejo el gran bolso que cargaba, tan empapado como él, en un rincón donde no molestara y se sacó los zapatos para no manchar el piso. Al menos… era un intruso bastante educado.

A Yunho le tomo unos segundos más reaccionar y… cerrar la puerta. El intruso se había deshecho de su chaqueta y estaba sacando un cambio de ropa de su bolso sin siquiera reparar en la mirada que se clavaba agudamente en su persona. Cuando hubo elegido unos pantalones y una polera a juego camino tranquilamente al baño y se encerró allí, antes de que los gritos del dueño de casa resonaran por todo el lugar. O aún no despertaba del todo o ese chico le había alterado gravemente los sentidos.

Se sentó en uno de los sillones a esperar que saliera del baño. ¿Por qué no simplemente entró y lo sacó a patadas? Porque segundos después de entrar sintió el agua de la ducha caer, él sólo quería echar al intruso de su casa, pero no quería echar a un intruso desnudo de su casa.

Pasaron al menos unos diez minutos cuando la puerta del baño volvió a abrirse y él se levanto para enfrentarlo. Si antes lo habría encontrado guapo, ahora podría quedarse parado como idiota unas cuantas horas más, hecho que fue evitado por el mismo objeto de admiración al pronunciar sus primeras palabras en toda la noche.



~Yunho's POV~

- ¿Aún no me reconoces? – Su voz… era familiar. Pero no podría haber precisado de donde.

- Eh… ¿Debería hacerlo? – Salió de mí sin pensar. Él bufo y se sentó en el sillón en el que estaba, yo hice lo mismo y nos quedamos en silencio un rato más.

-¿Estás seguro de que yo soy la persona a la que buscas?- le pregunté. Quizás se había equivocado de departamento, o de edificio… Había uno igual junto a este.

- Jung Yunho, 26 años, becado para ir a estudiar al extranjero y primero en su generación en la Facultad de Arquitectura, trabajador de la compañía constructora Bear S.A. desde su regreso, varios proyectos importantes en curso. Familia compuesta de padre, madre y una hermana menor, a quienes no ve a menudo por estar muy ocupado. Amante de la lectura y el baile… - Siguió hablando unos minutos más y yo no sabía que decir. ¿Quién rayos era este chico que sabía hasta lo que había desayunado hoy? - ¿Te haces una idea de quien soy?

- En verdad… no –

- ¡No puedo creer que no puedas reconocer a tu propio primo! – Gritó al mismo tiempo que cruzaba sus brazos y me miraba enojado.

Mi primo… Primo… ¿Primo? ¡Mi primo!

- ¡Junsu! –

- ¡Idiota! ¡Trabajas con Junsu! ¿Crees que se operó la cara y vino a caer a tu departamento a pasar el post-operatorio? – Oh, tenía mucha razón en eso.

Mi primo… Mi familia no es muy grande así que no tengo muchos primos. Entonces sólo podría ser…

- ¡JaeJoong! –

- Al fin lo notas… - Bufó otra vez y yo sólo lo abracé emocionado.

¡Por Dios! ¿Cómo pude olvidar a Jae? Pasamos juntos casi toda nuestra infancia a pesar de no tener relación sanguínea en verdad. Cuando mi tío nos dijo que se casaría no nos comentó que la mujer con la que lo haría ya tenía varios hijos; en verdad varias hijas y a Jae. Mi tío tenía tres hijas por su lado, por lo que se volvieron una familia muy numerosa donde él era el único hombre.

Nosotros vivíamos con mi abuela y ellos compraron una casa cercana a la nuestra, y con el caos de hormonas femeninas que había allí JaeJoong terminó pasando más tiempo en nuestra casa que en la suya. A pesar de que él es tres años menor que yo congeniamos de inmediato; íbamos a todos lados juntos, él se quedaba a dormir en casa, nos prestábamos los juguetes y cosas así. Y seguimos así hasta ser adolescentes, hasta que él se comenzó a alejar. No contestaba mis llamadas ni mis mensajes, huía de mi presencia y mentía para que yo no supiera donde estaba. Y luego me fui al extranjero… Después de eso he tenido cada vez menos tiempo libre y con suerte veía a toda la familia en las festividades importantes o en visitas esporádicas, pero él no estaba allí.

¡Con razón no lo reconocí! Han pasado casi 10 años desde la última vez que lo vi, y en esa época era un pequeño debilucho, no un joven alto y atractivo. Y otro punto a mi favor, era pelinegro, no rubio.

Mientras recordaba todo esto lo mantenía abrazado a mí con fuerza. Él respondió mi abrazo luego de un tiempo y pasó sus manos por mi espalda. Jamás volví a mantener un vínculo tan grande con alguien como lo había mantenido con él, quizás con excepción de Junsu que a veces se unía a nosotros en nuestras travesuras infantiles y quien era la persona de mi familia con la que mantenía mayor contacto a parte de mis padres.

- Casi me pongo a llorar porque no me reconocías… - Susurró bajito en mi cuello. No supe si él quería que escuchara eso o no, así que sólo lo apreté un poco más.

Pero para mantener una conversación con él debí soltarlo. ¿Qué hacía aquí a estas horas?

- Pero ahora dime… ¿Qué haces aquí? – Lo miraba fijamente y noté como su expresión se ensombrecía un poco con la pregunta.

- Necesito alojamiento por un tiempo… Y no se me ocurrió otro lugar al que ir – Evitó mirarme en todo momento y yo en verdad no esperaba esa respuesta. Con que alojamiento…

- Puedes quedarte en la ‘habitación de huéspedes’ por un tiempo – sus ojos se iluminaron – Pero tienes que decirme porque te fuiste de casa; aún vives con los tíos, ¿no? –

- Sí, pero… Ya no puedo hacerlo más – Estaba triste, siempre ocupaba ese tono cuando intentaba que no lo notará – Dijeron que ya estaba mayor para vivir con ellos y que debía marcharme –

Estaba mintiendo, claramente. Nadie echa a su hijo en la madrugada un día de lluvia porque ‘ya es mayor’. Pero decidí no cuestionarlo, sabía que en el momento adecuado me lo diría.

- Está bien, quédate – Se lanzó contra mí en un abrazo efusivo que nos hizo caer del sillón, no podía parar de reir mientras él se sonrojaba y se disculpaba por el golpe.

- En verdad no has cambiado nada – Acaricié su mejilla inconscientemente, tal como lo hacía cuando éramos pequeños y él se estremeció, o eso me pareció.

Después de eso no hablamos mucho más, la atmósfera se volvió extraña.
¿Qué fue esa rara sensación?

~Yunho's POV end~



El mayor de los chicos fue quien tomo el bolso y dirigió al menor a la que sería su habitación durante su estancia en aquel lugar. No era una gran habitación, pero tampoco era pequeña, lo bastante cómoda para él y su… equipaje.



~JaeJoong's POV~


- Puedes usar cualquier cosa de la casa cuando la necesites, no tienes ni que preguntar – se detuvo un momento - Las sábanas están limpias – y otro – Ya sabes donde está el baño y… -

- No soy un niño pequeño aún para que me des tantas instrucciones Yunho, estaré bien, tu casa no me comerá – Se sorprendió un poco con mis palabras para luego sonreir.

- Es que no puedo evitar dejar de verte como el niño que corría a mi buscando ayuda cada vez que tenía un problema – decía mientras apretaba mis cachetes y esa sonrisa que ponía cada vez que hacía algo malo aparecía en su rostro.

- ¡Ja! Ya tengo 23, no necesito de su ayuda, ¡Oh, gran Yunho! – respondí mientras alejaba sus manos de mi rostro.

- ¿Es por eso que viniste a pedir alojamiento en mi casa? – Bien, Yunho - 1, JaeJoong – 0

- Si te molesta me voy inmediatamente – Hice ademán de tomar mi bolso pero él detuvo mi mano, sabía que lo haría.

- No quise decir eso… - ¿Tenía que poner esa expresión tan adorable? Me hacía sentir culpable.

- Sólo bromeaba – Sonreí – Además, sabía que tú me aceptarías sin problemas – Y eso era verdad, Yunho es la única persona que podría abrirme las puertas de su casa luego de llegar de esta forma tan… insólita.

- Mejor duerme, ya van a ser las cinco y nosotros aquí hablando – Acarició mi rostro y camino hasta la puerta - Buenas noches, JaeJoong –

- Buenas noches, Yunho –

Parece que, a pesar de todos estos años, sigo sintiendo lo mismo’, fue lo último que pensé antes de tirarme exhausto en la cama.


To be continued...

Nos vemos en un próximo capítulo, ¡la próxima semana!
Connie Floriwis
Yukim: Ya pronto vendremos con más fanfics ^^ esperen por favor! (Aunque no haya nadie desesperándose más que nosotras ._.)
assolir
Segundo Fanfic que se publica en esta página. Esta vez de parte de Yuuko. Es un oneshot de MBLAQ otra vez, que espero disfruten mucho. Dedicado a HeeRo y a Yuki, a una por chantaje (Perdóname~ Como la canción!) y a la otra porque se que le gusta, lo ama y todo eso.





Nombre: I don't think so
Parejas: SeungJoon / JoonHo
Categorías: +18
Finalizado: Sí





-----





‘Hagamos como que nada paso’

Aquella frase que no paraba de dar vueltas en su mente…

- ¿Qué rayos pasaba con él? – pensaba el líder, furioso, completamente furioso mientras se paseaba por la habitación -

Está bien, la situación en sí había sido muy rara, pero él no lo había rechazado, no había hecho nada que pudiera haberlo molestado, no dijo nada que pudiera darle la idea de que lo que estaban haciendo era desagradable para él, entonces, ¿por qué?
Los recuerdos hacían que se sintiera aún más frustrado.

‘Hagamos como que nada paso’

¿Cómo quieres que lo ignore cuando aún puedo ver tu rostro cada vez que cierro los ojos?



- ¡Maldita sea! – gritó al tiempo que golpeaba la pared. Él no era de enojarse con facilidad, pero esto lo sacaba de quicio. ¡Mentira! Se exaltaba con rapidez, era egoísta y cualquier cosa podía ponerlo de malas en un debido contexto, pero si se trataba de Joon todo molestaba el doble.





-----

La práctica iba como siempre. Mucho trabajo, mucho esfuerzo, muchas horas empleado, pero todo valía la pena en el escenario, además siempre quedaba un poco de tiempo para disfrutar todos juntos. Eran casi las dos de la mañana y estaban cansados, pero eso no importaba si no se sentían conformes con el trabajo. Ensayaron una, dos, tres, diez veces más la coreografía completa hasta estar satisfechos; al día siguiente tenían trabajo temprano y debían dormir al menos un poco.



Salieron como despojos humanos de la sala de ensayo y se dirigieron a la van que los llevaría a casa. Y ahí iba otra oportunidad perdida para hablar con él. Se había adelantado a todos para apropiarse del asiento delantero, poniéndose los audífonos para echarse a dormir un rato. Pero él sabía que lo que quería no era dormir, sino evitarlo, y le molestaba, le molestaba tanto.
Se sentó junto con los demás y se echó a dormir también, con el gorro tapando su rostro y la maldita frase que volvía a su mente: ‘
Nada paso’



-----

El día había sido largísimo; grabaciones en la mañana, en la tarde ir a la radio, las fotos para aquella revista antes del ensayo y otra dosis potente de ensayo. Pero esa era la vida que había escogido, y junto con esos cuatro no se hacía tan pesado. Aunque, tal vez uno lo influenciaba más que los demás.



Pasando a otro tema; había decidido calmarse un poco y analizar ‘tranquilamente’ lo que había sucedido esa noche de hace una semana. Recordaba que habían terminado el ensayo tan tarde como siempre, pero como era el primero después de unos días de receso, no se sentía tan pesado. Llegando a casa todos se dirigieron a sus cuartos a dormir todo lo que pudieran antes de que el itinerario se pusiera más pesado, como siempre que podían, así que él y Joon habían hecho lo mismo, dirigiéndose para ello al cuarto que compartían. Pero no habían pasado ni cinco minutos desde que se había metido a su cama cuando lo sintió.



Un cuerpo se introducía a su cama y se deslizaba junto a él hasta quedar sólo a unos centímetros de su espalda, podía sentir su respiración cálida contra su hombro. Se sintió paralizado, su cerebro no conectaba las ideas y sus ojos se fijaron en la pared; porque sabía quién era, lo sabía perfectamente. La puerta no había sonado y sólo eran dos en esa pequeña habitación.



Y sintió que lo único que estaba vivo en su cuerpo era su corazón que estaba latiendo tan rápido.



Se volteó lentamente y abrazó al chico junto a él, apretándolo contra su pecho. Se le hacía tan delicado, tan irreal. Él no era cariñoso, todos lo que lo conocían lo sabían, pero él hacía a su mundo dar vueltas, sacando partes de él que pensó no existían. Él hacía que se quedara sonriendo como estúpido por una simple frase, o que se sintiera feliz por una sonrisa, o renovado por un gesto; él, él y sólo él.



Por eso tenerlo así ahora era indescriptible, y delicioso. El olor de su cabello y su respiración ahora contra su pecho hacían que cada fibra de su ser se remeciera por ondas eléctricas. Quería tenerlo así por siempre, pero a la vez quería más de él.



- Yo… - escuchó su voz bajita, apenas un susurro – Lo quiero todo de ti –



Y fue como si algo dentro de él se desbordara. Nunca se había dado cuenta de lo mucho que se estaba conteniendo con el chico de cabellos castaños que dormía a sólo unos pasos de él cada noche. Y sin decir nada tomó su rostro y lo acercó al suyo para mirarlo a los ojos y besarlo como si fuera la única vez que se le permitiría hacerlo.



Inconscientemente se posicionó sobre él sin cesar el contacto de sus labios; teniéndolo así ni respirar era una necesidad. Sus manos se prendaron en su espalda, apretando la camiseta de su pijama, acercándolo más. Sus cuerpos estaban completamente en contacto, y todo empezaba a molestar. Las sábanas molestaban, la luz que entraba por la ventana, el ruido de los autos en el exterior, todo. Quería que sólo existieran ellos dos, ese beso, esos cuerpos.



Era como si en ese momento… Él fuera lo único que necesitara para vivir.



Y las cosas simplemente se dieron. Los besos seguían como en una lucha donde nunca habría un ganador, las ropas habían desaparecido rápidamente, una por una todas sus prendas habían quedado esparcidas por la habitación y sólo quedaban sus cuerpos disfrutándose mutuamente, amándose en el reducido espacio que les brindaba esa cama.



La mente de SeungHo se había aclarado en un segundo; eso era lo que estaba esperando, lo que deseaba. Él también quería todo de ese chico, su sonrisa, sus caras tiernas, su simplicidad, su honestidad, su cuerpo, su corazón. Sentía la necesidad de marcarlo para que nadie más pudiera tocarlo, de ponerle un cartel que dijera que era suyo; porque lo era, desde ese momento lo era.



Y el vaivén de movimientos fue subiendo de intensidad. Su rostro sonrojado y sudoroso era lo único que podía ver, sus labios entreabiertos invitándolo, sus ojos cerrados, su expresión de placer. Aunque era él quien dominaba la situación el más pequeño era quien lo incitaba a dar el siguiente paso. Quería terminar dentro de él, escuchar su nombre saliendo de sus labios mientras lo llevaba al paraíso.



Se introdujo lentamente, a pesar de que lo deseaba intensamente no quería dañarlo en el proceso; sino todo lo contrario. Tenía la cara de Joon en primer plano; pudo ver como se sorprendió al verse atacado de esa forma, para cambiar a una un poco dolorosa. Se detuvo, sin dejar de mirarlo a esos ojos que se habían abierto y que le demandaban seguir.



- Sigue… - sus labios estaban tan rojos – No pares cuando te estoy disfrutando –



Sí le quedaba algo de autocontrol se había perdido en los confines de la tierra. Siguió con su labor mientras con un beso salvaje lo distraía hasta verse introducido totalmente. Sólo ahí se separó un poco, lamiendo sus labios al separarse.



- Muévete – un susurro mezclado con un gemido, una orden mezclada con una petición.



Primero lento, sin moverse demasiado, y recibiendo como respuesta esos gemidos que parecían maullidos. Más rápido, más y más, y sus gritos llenaban ese cuarto y se mezclaban con los suyos que no sabía cuando habían comenzado. Y cuando escucho su nombre dicho por esos labios se fue elevando al clímax. Tomó el miembro del menor y comenzó a frotarlo al ritmo de sus movimientos, para terminar juntos mientras se derramaba y caía sobre él.



- SeungHo… - Levantó el rostro para mirarlo – Yo… -



Pero no lo dejo terminar. Lo besó suavemente, tratando de demostrar todo lo que circulaba en su interior, y lo siguió haciendo hasta que cayeron dormidos, y abrazados



----



Y la mañana siguiente había comenzado su calvario. Al despertar él no estaba en la habitación, o en la casa. Se sorprendió, pero no pensó que fuera nada grave, él solía hacer ejercicio por las mañanas, mientras él dormía como un oso hasta que levantarse fuera inevitable. Pero no volvió.



Ese día sólo tenían ensayos y fue en ese lugar donde lo volvió a ver. Se veía cansado, abatido, así que se acercó con la intención de hablar de lo que había pasado, pero él se le adelantó.



- ¿Podemos hablar afuera? – se sorprendió de que le preguntara eso sin siquiera darse vuelta.



- Está… Está bien – lo siguió fuera de la sala bajo la atenta mirada de los otros tres ¿Qué rayos pasaba aquí?



- Sobre lo que paso ayer… - ‘Qué directo’ pensó SeungHo – Sólo olvídalo –



No pudo emitir palabra alguna, pero su cara tenía tatuado un gran ‘¡¿Qué?!’ en toda su extensión.



- Hagamos como que nunca paso – sólo dijo esas palabras sin mirarlo ni una vez a la cara y volvió a entrar.



¿Qué rayos pasaba aquí? ¿Cómo quiere que lo olvidé? ¿Qué pasa contigo, estúpido Joon?, todos esas preguntas asaltaban su mente mientras se quedaba parado allí, simplemente estático y mirando al piso.



¿Quería que olvidara el momento más maravilloso de su vida?



-----

Esa noche no fue a dormir a la casa y le mandó un mensaje a ByungHee diciendo que se quedaría con sus padres por unos días, debido a una ‘emergencia’, pero que no faltaría a los ensayos y que estaría puntual para las actividades programadas.



- Y una maldita patraña… - se fue susurrando el líder a su habitación – Como si no supiera que lo único que quiere es evitarme – bufó - Al menos para la próxima que invente algo más creíble, todos sabemos que sus padres andan de viaje... -



Se tiró en la cama de esa habitación que se le hacía enorme sin aquel chico ruidoso, tratando de frenar su mente para poder dormir al menos un poco esa noche.



-----

Y así era como había pasado una semana. Una semana con Joon evitándole y durmiendo fuera de casa, sin ni siquiera permitirle dirigirle la palabra, y ya no lo soportaba más. Había decidido que al día siguiente hablaría con él fuera como fuera, aún si tuviera que gritarle en medio del ensayo que él no pensaba olvidar nada y que los otros quedaran con cara de ‘WTF?’, lo haría. Por eso hoy necesitaba dormir y ordenar sus ideas, sí, dormir y pensar en lo que le diría…



Y eso hacía, dormía no muy plácidamente cuando la puerta de la habitación sonó ligeramente, como si alguien tratara de entrar sin ser notado, pero con su estado de alteración cualquier ruido lo hubiera despertado. Por eso espero a que se metiera a su cama para hacer su próxima jugada. Pasados unos cinco minutos se levantó mucho más sigilosamente de lo que el otro lo había hecho, actuó de la misma que él hace una semana. Se deslizó bajo las sábanas y se quedo mirando su espalda, sin tocarlo.



- ¿Qué estás haciendo? – esperaba un grito, no esa voz un tanto quebrada.



- Quiero hablar –



- No hay nada de que hablar… -



- Sí, sí lo hay –



- No – tomó aire antes de continuar – Nada paso, ya te lo dije, sólo olvídalo –



Y eso había sobrepasado su límite de racionalidad. Lo tomó por los hombros y lo volteó para verlo frente a frente. Su cara sorprendida y esos labios entreabiertos los distrajeron, y lo besó como la única vez que estuvieron juntos, recorriendo esa boca en plenitud, pero deteniéndose antes de dejarse llevar más. Se detuvo unos segundos para recuperar el aliento y llevar a cabo lo que había ‘planeado’.



- ¡No puedes hacer como que nada paso! – no quería gritar pero lo estaba haciendo – Cada cosa que haces deja una marca, un recuerdo, un signo de que ocurrió; no puedes borrarlo por haberte arrepentido… - ¿Su voz se estaba quebrando? – Yo… -



- Yo no me he arrepentido de nada – sus palabras dando vueltas otra vez –



- Entonces, ¿qué rayos te pasa? –



- Yo… - lo miro a los ojos – Cuando se trata de ti quiero ser egoísta. No quiero que nadie te mire, que nadie te toqué, quiero que esos labios sean sólo míos, que sólo me mires a mí… -



Y esta vez lo beso dulcemente, con una dulzura que pensó no existía en su interior. Pero él lo detuvo para seguir hablando.



- Pero me siento inseguro ante tí - suspiró – Eres frío y a veces siento que te importo un bledo, que no me haces caso aunque me ponga a hacer cosas estúpidas sólo para que me sonrías, pero esa noche sentí que trasmitías tanto, pero no dijiste nada. Me sinceré y sólo me besaste de esa forma y todo lo que paso después… – se sonrojó ligeramente- Y yo... -




Sus dedos se posaron en sus labios para luego deslizarse por su cara en una caricia suave.



- Hay cosas que no tienen que decirse – entrelazó sus dedos bajo las sábanas – Si que eres idiota a veces, ¿no? –



- ¡Oye, tú! ¿Qué crees que… - otro beso no lo dejo continuar con sus reclamos –



- Yo también lo quiere todo de ti – esa mirada seria no dejaba lugar a dudas – Me preocupo siempre de lo que haces y de donde estás, pero nunca quise ser tan obvio, ¿cómo sabría cuál sería tu reacción? –



- Pues, estábamos en la misma situación, ¿no? – esa mirada tan seria era extraña en él, pero tan transparente.



- Sí… Por eso ahora podré ser todo lo egoísta que quiera contigo y te tendrás que aguantar por ser un estúpido idiota que me mantiene irascible por una semana – lo miró enojado para luego sonreír - ¿Sabes que el otro día casi golpeo a Mir por decir algo de ti?-



- No, pero me habría gustado verlo – le respondió con esa sonrisa que le gustaba tanto.



- Pues de ahora en adelante podrás verlo tantas veces como quieras, amor de mi vida – le sonrió mientras lo abrazaba.



- Está bien, golpéalo – pausa – Pero no me digas ‘amor de mi vida’, es escalofriante –



- ¡Ja! ¿Cómo quieres que te llame entonces? –



- Bombón sexy estaría mejor – le mordió el hombro – O caramelito –



- Ok, eso es más escalofriante – se miraron y rieron.



- Ya encontraremos otro nombre después, ahora, sólo bésame – y sus deseos fueron órdenes placenteramente y efectivamente cumplidas.



Y así fue como un idiota que no sabe captar el ambiente y un frío irascible terminaron juntos. ¿Terminar? Más bien comenzaron una historia que querían fuera para siempre.





; The End #
Connie Floriwis
Primer fanfic que da inicio a esta página. Les escribe su escritora Yukim ♥ Espero disfruten con este One-shot de MBLAQ.
Nombre: Hope
Parejas: SeungJoon/JoonHo
Categorías: T/E
Finalizado: Sí
Camino lentamente preguntándome porqué tuve que pensar en él primero y no en mí. ¿Cuál es la diferencia entre ser egoísta y dar todo a la otra persona, sin que quizás lo merezca? ¿Se habrá sentido bien al recibir todo de mí y que él no me diera siquiera un apretón de manos?

- Seungho, te necesito… - digo al marcar tu número rápidamente y escuchar como lo descuelgas, sé que es inoportuno, sé que quizás es innecesario que sepas como me siento si estás conmigo cada día pero ahora más que nunca… - te necesito.

-Voy - y colgaste el teléfono sin siquiera dejarme decirte dónde me encontraba, sin que te dijera que sepas lo que necesito en este momento… Me conoces tan bien.

No tuve que esperar más de 15 minutos cuando llegaste en tu auto, con un paraguas en tu mano para cubrirnos de la lluvia que ya se encontraba empapando mi piel por debajo de la ropa… 

¿En qué minuto empezó a caer? 

Me tomas de los brazos y me abrazas fuertemente, dejando caer la sombrilla, me apretas con tus brazos fuertes y yo sólo puedo estremecerme en ellos, necesitaba tanto esto.

-Consuelo… - suelto sin querer, es sólo un suspiro en forma de letras, uno pequeño que golpea tu cuello y deja escapar un vaho de mi caliente aliento en el frío exterior.

-Soy un consuelo para cuando lo pidas, para cuando lo quieras, para cuando lo necesites – me sueltas y me miras, tomas mis hombros con tus perfectas manos -  Un líder hace todo por sus miembros, y más si sé que está así de dañado.

Soy sólo un miembro más, lo había olvidado. No soy tu mejor amigo como creí por un momento, no soy tu  soulmate ni tu amor, soy sólo otro amigo que quieres mucho, sólo otro miembro del grupo que tanto amamos.

-Vamos – me suelto un poco brusco, espero no malentiendas nada, pero es un poco molesto no ser tan importante para quien lo es para mí. Lamento no haber nacido un año antes y ser parte de la 87line, o ser aún menor y que me cuides como un hijo, también lamento no haber estudiado contigo para tener la confianza que tiene Junhyung, lamento ser sólo un amigo más.

Llegamos al auto y me senté en el lado del copiloto, me dices que me ponga el cinturón de seguridad pero me ¿cuál sería la diferencia entre ponerlo y no ponerlo?

-Que si no te lo pones quedará todo lleno de tu sangre y yo tendré que limpiarla – dices sin siquiera mirarme, giras a la izquierda y nos enfilamos por una oscura calle de Seoul. Tomaremos el camino largo hacia la casa. 

– ¿Por qué no quieres ponerte el cinturón? ¿Quieres morir y dejarnos sin un miembro?
Sigues sin mirarme y me pregunto si lo haces a propósito, sé que eres así siempre, así te conocí, un poco frío y directo por sobre todo. Una persona con un temperamento de temer y unos puños que parecen hierro al golpear, ¿Será tu corazón así de duro también?

-No lo creo, ese abrazo fue verdadero… - miro al exterior y lentamente las luces se prenden, serán las siete de la tarde… ¿A qué hora me dejaste solo? A las dos de la tarde te fuiste sin mirar hacia atrás y me dejaste con todos estos sentimientos atorados en la garganta, con todas mi lágrimas atoradas en mi corazón, y con el regalo de los cien días en el suelo, al lado de todas tus promesas.  Cinco horas estuve esperando tu regreso en el mismo lugar, el mismo banco y el mismo parque pensando que regresarías y recapacitarías. – Tonto.

-Mi abrazo fue completamente verdadero y lo sabes Changsun, yo no miento cuando son personas importantes para mí – me miras y yo me detengo en tus ojos un segundo luego cruzo mi mirada por tu rostro y caigo en tu cabello mojado, rodeado de gotitas que lentamente se deslizan por él – No eres tonto, no creas que por enamorarte te conviertes en un ser estúpido y sin cabeza, la esperanza es un anhelo que los seres humanos que de verdad necesitas creer en las personas tienen, tú en toda tu inocencia aún conservas la esperanza que ese imbécil vuelva. No es ser tonto el esperar que sientan lo mismo por ti… Es sólo…

- ¿Amor? – completo lo que decías – ¿Tú haz sentido algunas vez amor?

- Sí, cada día por ustedes siento amor – continúas mirando el camino, ese momento anterior en que me miraste de verdad sentí que eras sincero ¿Por qué ahora no me miras y me das esa seguridad? – Por nuestras fans, por mi familia… Claro que he sentido amor.

-No hablo de eso Seungho – toco tu mano que descansaba en la palanca de cambios – ¿Haz sentido que mueres si no estás junto a la personas que amas, que te falta el aire cuando se aleja, que tu mundo está completo al ver una sola sonrisa de esa personas, que todas las voces se opacan al escucharlo hablar, que su tacto contra tu piel es como el hielo que calma la quemazón que él mismo provocó?

-Sí – seguiste manejando, pegué mi cabeza a la ventanilla – Por ti, siento eso todos los días.

Te miro sorprendido, eso no me lo esperaba…

-¿En serio? – pregunto confundido, de verdad me tomaste desprevenido- ¿Desde hace cuánto?

-Desde que fuiste a grabar Ninja Assassin con Jihoon-hyung – con una sonrisa completaste lo que decías, soltaste un suspiro calmado y me miraste – pensé que lo sabías, todos en la casa lo saben.

Lo saben todos menos yo… Ahora entiendo porqué dicen que soy un tonto, pero… ¿Cómo darme cuenta de lo que sientes? Hasta hace 6 horas estaba de novio con la persona más maravillosa que jamás conocí, y ahora me entero que uno de mis mejores amigos está enamorado de mi.

La persona más maravillosa que jamás conocí… ¿Cómo era él conmigo?

-Seungho

-Dime

-¿Cómo era mi novi… mi ex novio conmigo? – te pregunto, quizás sea desubicado preguntártelo pero necesito una respuesta objetiva, y sé que a pesar de tus sentimientos tú sabrás decírmelo.

-Era… - pasaste una mano por tu cabeza, perdóname por incomodarte tanto Seungho – Espera.

Me sonríes y haces el auto hacia un lado, aminoras la marcha y te detienes, me miras y apuntas hacia afuera de mi ventanilla. Miro y veo algo hermoso. El río Han en todo su esplendor de la noche, con unas pocas luciérnagas brillando y mostrando su luminosidad.

-Él era cruel – dices sin más, me miras aún con esa intensa mirada y examinas mi rostro, están un poco molestas mis facciones es porque así me siento ahora, sólo un poco molesto – Jamás te dio un regalo, no recuerdo haber escuchado un cumplido de su parte hacia ti, cuando se quedaba en el departamento no tenía ningún problema en llamarte tonto frente a todos, tampoco le importaba lo celoso que te sintieras cuando salía con sus amigas… Era cruel.

Esas cosas… ¿porqué no las tomé en cuenta?

-¿Por qué nadie me dijo lo que pasaba a mi alrededor? – pregunté mirándote, retándote a que me respondieras sin rodeos porqué tuve que sufrir para entender que nunca me quiso, siendo que mis amigos lo sabían y no me dijeron nada.

-Porque cada vez que te lo insinuaba decías lo perfecto que era y lo muy feliz que te hacía – hiciste una mueca de desagrado – Aunque no lo creas es molesto querer y no ser correspondido, viendo lo feliz que es la persona que amas en una ilusión de la que no piensa despertar.

Eres tan seco para decir las cosas, tan sincero, honesto, tan...

-Libre – me acerco a ti y en un arrebato te beso – Eres tan libre Yang Seungho.

-Y tú eres tan impulsivo Lee Changsun – me sonríes, levantas tu mano y me das un combo en la mejilla – pero eso no te da derecho a jugar con mis sentimientos. Recuerda que no soy un niño al que quieres sólo porque sí.

Tus ojos, esa furia, esos sentimientos desborándose por tus poros, Seungho… eres tan libre.

-Déjame – me acerco nuevamente y te beso, esta vez no fue por sorpresa y recibí otro golpe – Déjame.

A pesar de tus golpes junto mis labios con los tuyos y sello un beso. Lentamente me lo correspondes y yo sólo puedo pensar en lo que tuve que sufrir cada día para darme cuenta que tú me das todo lo que describí… Cada vez que te veo siento que mi mundo está completo, cada vez que te vas siento que me falta el aire, que las paredes se alejan y quedo a la deriva, siento que cada vez que tú cantas sólo puedo oírla una y otra vez en mi cabeza, sin que ningún sonido se entrometa.

-No quiero dejarte, Changsun – me das otro golpe, pero uno suave – Aunque ahora no me ames, aunque ahora no me quieras…

-Es verdad no te amo, pero si te quiero. – te miro y sonrío al ver tu rostro – Y no mientas Seungho, tú no me amas… Tú tan sólo me quieres, disfrutemos de esto que está comenzando.

Pones en marcha el auto nuevamente y cruzamos la calzada, ahora sí vamos a la casa, de seguro están preocupados esperando nuestro regreso.

-Gracias Seungho… - abro la ventanilla y las gotas y el viento frío golpean mi rostro y mi cabello desordenándolo y mojándolo un poco más de lo que ya estaba.

-De nada – haces lo mismo que yo y abres la ventanilla – Soy tu consuelo, ¿recuerdas?

-Y yo sólo un miembro que está dañado y necesita de su líder – contesto ofendido.

-Imbécil

-Hyung… - miro nuestro departamento al que acabábamos de llegar – gracias de nuevo.

-Sólo dile a Doongie que de ahora si tiene pesadillas se meta a la cama de Chulyong y no a la tuya, ¿vale?

Sonrío, y aunque es una sonrisa verdadera este pesar que siento en mi corazón sigue vivo, confiaré en ti para que acabes con él y deje de estorbar en este extraño juego que hemos empezado, es obvio que en unas horas no le olvidaré, es obvio que en unos días ni en unas semanas dejaré de sentir lo que por meses albergó mi corazón pero aún así. Tengo esperanzas.

-Ninguna sola lágrima… - susurro al pasar mi mano por mi rostro húmedo, ya vamos caminando por el corredor hasta llegar a la puerta de la casa, ingresas la clave y abres la puerta.

-Eso es bueno – me besas en un instante y de pronto siento las miradas de todos sobre nosotros – te costará menos trabajo olvidarle, y menos trabajo hacer que yo te ame.

Hye Mun
Yep yep, como todos mis fanfics murieron y desparecieron en el gran incendio de fanfics (?) en suju-clan aquí estoy nuevamente para publicar estas interesantes (?) historias :3

•No se si haré fanfics de TVXQ [Lo siento, simplemente me deprimo mucho~]
•Haré fanfics de MBLAQ principalmente, tal vez de Big Bang, B2ST, B1A4 y/o Block B, pero ahí veré~
•Espero que se me puedan unir otras escritoras! [Como Yuuko & Yuki *las pica y amenaza*]
•Los fanfics irán en todas las clasificaciones! [Hasta +99 aunque eso va con riesgo de ataque cardíaco u-u]

Eso!
No se si alguien los leerá pero bueh~ I write for myself~


Kiss Kiss~